Buenas, hatajo de calvos.
Yo sigo teniendo sentimientos encontrados con esto de las estadísticas. Por una parte, supongo que es bueno contar con datos fiables que te orienten sobre por dónde deben ir los tiros de una publicación o un trabajo, por otro, los datos son tan interpretables como el culo, u ofrecen tantos puntos de vista interpretativos como variedad de cerebros pueblan esos mundos de dios.
Para empezar, echamos mucho de menos al singapurés, porque le habíamos cogido cariño, pero por otro, hemos descubierto que no era quien usaba Opera como navegador, porque ese navegador sigue apareciendo como en uso por un ser humano, pero el habitante de Singapur, o bien murió, o ha pasado de nosotros como de la mierda, y eso que le habíamos pedido que se manifestase.
También han desaparecido las visitas desde Italia. Dudo mucho que haya sido porque la televisión italiana se haya vuelto más atractiva. Intuyo que es más una muestra de que Dos coletas para un calvo ha dejado de atraer a los italianos.
El número de calvos en España aumenta y el número de trabajadores para la CIA también va en aumento. Se aburren mucho estos americanos del norte.
Del gabinete de la Merkel nos siguen con vehemencia, y han avisado a miembros del MI6 para que nos hagan un seguimiento desde Reino Unido.
En realidad, nos sigue muchísima más gente, pero aún nos preguntamos por qué.
En realidad, nos sigue muchísima más gente, pero aún nos preguntamos por qué.
Vuelven a encontrase los sentimientos. Si bien nos alegra que los reinounidenses reconozcan su calvicie y nos hace mucha ilusión que James Bond nos tenga en su punto de mira, nos preocupa que se nos empiece a conocer como una amenaza para el mundo, cuando la verdadera amenaza, como es sabido, sea la calvicie.
Luego están las estadísticas de feisbu, que esa es otra cosa.
Resulta que Mark Zuckerberg leía, antes de desarrollar del todo su lado más cotilla, a Antoine de Saint-Exupéry, y tal vez por ese motivo va dejando rastros de su pasión por El Principito allá donde va. Prueba de ello es la gráfica de Dos coletas para un calvo en feisbu.
La serpiente que se tragó a un elefante
Y luego están las estadísticas que ofrece MIXCLOUD , pero no la vamos a comentar ahora, porque ya está bien de tantos datos.
Lo cierto es que ahora que hemos conseguido la friolera de noventa y cinco seguidores en feisbu, ya podemos ir con los datos en la mano a exigir que nos mantengan y nos enriquezcan.
Aquí les dejamos los nueve primeros programas de Dos coletas para un calvo. ¿Que es una paliza escucharlos todos, uno detrás de otro? Pues sí, pero peor es sentarse a ver la televisión española, que para su calidad también hay estadísticas.
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